SITUACIÓN
El gerente de calidad de una fábrica de medicamentos, especializada en la producción de pastillas comprimidas, tenía bajo su responsabilidad velar por la calidad del aire comprimido y sistemas de vapor.
Su principal preocupación era que no estaba del todo seguro de disponer de en un entorno libre de gérmenes, partículas, bacterias y aceites contaminantes, sobre todo durante los procesos de recubrimiento y soplado del medicamento con aire comprimido.
RAZONES
Las principales razones de este desconocimiento era:
- No disponía de una medición de los valores exactos reflejados en la ISO 8573:1-2010, partículas, humedad y aceite.
- No sabía cómo se estaba contaminando el aire comprimido y tenía miedo que afectará al producto final.
- Aunque sí consideraba los peligros potenciales del aire comprimido para el medicamento, no tenían definidas las medidas para limitar este riesgo.
- Poder medir directamente de la corriente del aire comprimido la presencia aceite, hidrocarburos, exceso de humedad o de partículas, utilizando aparatos de medición exacta.
- Poder comprobar el buen estado de los sistemas de tratamiento de aire comprimido.
- Demostrar su compromiso de calidad de producción frente a sus clientes.
- Asegura un mantenimiento eficaz de las instalaciones.
En Atlas Canarias pudimos cumplir con todos estos requerimientos comenzando con una auditoria de calidad del aire comprimido para aseguramiento de los valores de la ISO 8573 y la empresa consiguió:
RESULTADOS ALCANZADOS:
- Iniciar contramedidas antes de que se excedan los valores límite.
- Garantizar que se cumple al 100% con los altos requisitos de calidad.
- Evitar pérdidas económicas por daños en la producción.